EL RETO DE LA EDUCACIÓN DISTANCIA - VIRTUAL

La figura del docente es reconocida gracias a la vocación que en gran medida es capaz de impregnar en las acciones y metodologías propias de su ejercicio, sin embargo un gran error que comete es pretender realizar las mismas acciones de la presencialidad en la distancia, en un principio cada líder pretende hacer lo mismo que represento su victoria antes de ser ascendido (P. Druker 2005)

La formación concebida para los docentes no contempla la diferenciación en este sentido y solo se limita a conceptualizar la metodología presencial, en la actualidad se ha avanzado la formación en conceptos tecnológicos al punto de hacer parte ya de los planes de estudio de las licenciaturas. Sin embargo solo en las formaciones pos-graduales es que en realidad se enfatiza en las Ticas como mediaciones permanentes de la educación y se aborda el tema de la virtualidad como una verdadera modalidad educativa

En estos ambientes surge la figura del tutor, como diferenciador marcado entre las funciones del docente presencial y el de distancia- virtual, aunque con una percepción equivoca de su rol en el aula tratando de mantener su arraigado esquema presencial. Esta persistencia se alimenta de la escasa definición del modelo a seguir en la institución y de la poca exigencia del estudiante resultado también de su escaso conocimiento del modelo

La definición del modelo de educación a distancia – virtual entre su comunidad es una tarea que requiere gran despliegue y constancia por parte de la institución, pero que al mismo tiempo garantiza el cumplimiento de los objetivos expresados en el modelo pedagógico

Después de esta tarea, es necesario determinar los alcances del perfil del docente distancia – virtual, donde además de su formación disciplinar también se valore su formación pedagógica orientada a esta modalidad, pues en repetidas ocasiones los docentes de Distancia – Virtual no se han formado para ello. En este punto radica en gran medida la falta de objetividad y seriedad con que la comunidad cataloga a la metodología

La formación del docente distancia – virtual, requiere componentes que marquen valor agregado a su profesión y verdaderamente enriquezcan su desempeño en la metodología; las grandes diferencias con la formación presencial hacen que estos docentes decidan especializarse en la metodología como un peldaño de mayor exigencia para su desempeño, esto a su vez marca una ventaja competitiva del docente frente a su entorno

Repensar las competencias del docente de distancia – virtual, requiere que se fundamente el modelo de formación y presente antecedentes que convenzan a sus actores de los beneficios del mismo, la inconsistencia del discurso con el acto hace que la desmotivación por el modelo sea total y se considere una formación de segundo nivel, esta fundamentación se centra en modelos de aplicación diferentes al presencial y que en gran medida acogen preceptos del modelo constructivista de Jean Piaget y Lev Vygostky.

Para Fosnot (Constructivism: theory, perspectives, and practice 2005), el papel del modelo constructivista es aquel en "que el alumno debe tener experiencia en formular hipótesis y en predecir, manipular objetos, plantear cuestiones, investigar respuestas, imaginar, investigar e inventar, con la finalidad de que desarrolle nuevas construcciones. Desde esta perspectiva el profesor no puede asegurar que los aprendices adquieran el conocimiento sólo porque el profesor lo reparta; se requiere un modelo de instrucción activo y centrado en el aprendiz; el profesor ejerce como mediador creativo en este proceso" y en ese sentido es posible diseñar la medida de nuestro propio modelo

La educación distancia – virtual, más que una metodología se debe convertir en un modelo tutorado por el docente pero centrado en las necesidades del estudiante y es ahí donde el desempeño del tutor evidencia su importancia y justifica su diferenciación frente al presencial

La capacidad de orientar la formación de manera tal que el estudiante encuentre un verdadero significado y participe en la construcción de su conocimiento gracias a la vivencia de su particular estado laboral o social, hace que este tipo de docente sea especialmente particular y valorado además de que su formación sea objetiva, especifica y orientada al logro de estas competencias

Se ve venir un gran proyecto de virtualización y afianzamiento del modelo Distancia – Virtual, gracias a los cambios neo liberales y de globalización podemos encontrar con gran facilidad formación en diferentes niveles educativos que acogen el modelo y lo diversifican para lograr objetivos de cobertura y equidad que en otrora eran definitivamente onerosos

¿Estamos preparados para entrar en esta nueva propuesta? Nuestros docentes responden a modelos de presencialidad ajustados a periodos de tiempo diferentes y espacios no determinados que rompen paradigmas en nombre de la distancia – virtual, no somos conscientes de nuestra responsabilidad como institución de cubrir estas necesidades y lo peor estamos trasmitiendo esas falencias a nuestros docentes que son quienes en últimas van a enfrentarse a los estudiantes de la manera menos apropiada

Es hora de asignar dolientes concretos a cada uno de los ejercicios de la modalidad y desarrollar efectiva y conscientemente las actividades que lo fortalecen, nuestros docentes seleccionados para esta conquista deben responder a estándares especiales donde su disciplina y especialidad sean complementadas con capacidades y competencias orientadas al desarrollo de espacios de interacción limpios y enfocados a potencializar en nuestros estudiantes el ánimo de la investigación y la experimentación como el camino efectivo al logro y cumplimiento de sus expectativas

El prototipo de estudiante que elige la formación distancia – virtual, es uno que rompe con las tradicionales reglas y perfiles de la educación, su entusiasmo es evidente pero fácilmente alterable, su dinamismo es efectivo pero se rompe con la menos excusa, este estudiante NO sabe estudiar por si solo y sigue esperando que el tutor sea un docente magistral. Parte de la tarea de las instituciones es presentar claramente al estudiante los beneficios y diferencias de la metodología, apartando el centro de la formación del docente y los contenidos, al estudiante.

Nuestro reto es enfrentar esta realidad que ya tenemos encima con el mayor esfuerzo y compromiso, hacerlo una sola vez pero bien hecho, el resultado de este ejercicio debe ser la construcción del perfil del docente tutor de Distancia – Virtual con lineamientos claros para el estudiante y compromisos institucionales de metodologías acordes al alcance de los proyectos